
Logroño – Itinerario de 1 día
raul
- mayo 8, 2024
Comenzar el día explorando los vestigios históricos de Logroño es adentrarse en un viaje a través del tiempo, donde la arquitectura y los rincones revelan historias fascinantes. La primera parada es el imponente Muro del Revellín, una estructura que data de tiempos medievales y que, sorprendentemente, aún permite a los visitantes adentrarse y subir a sus murallas. Desde allí, las vistas panorámicas ofrecen una perspectiva única de la ciudad y podrás aprender sobre su evolución a lo largo de los siglos.

Continuando por calle Norte, nos encontramos con la majestuosa Iglesia de Santiago, un monumento que combina elementos góticos y renacentistas. Justo frente al portón de la Iglesia de Santiago se encuentra la casa donde residieron los hermanos D’Elhuyar, reconocidos por su descubrimiento del wolframio, cuyo legado ahora se fusiona con la gastronomía local en una sociedad gastronómica.
Sigue descendiendo hacia la Plaza de la Oca, nos encontraremos con un curioso juego de la oca que rinde homenaje al Camino de Santiago, recordándonos la importancia histórica de Logroño como punto de paso para los peregrinos. En esta misma plaza, la Fuente del Peregrino nos invita a refrescarnos y a contemplar el flujo constante de viajeros que han dejado su huella en la ciudad a lo largo de los siglos.

Cruzaremos el puente de piedra de regreso al centro histórico y nos detenemos frente a la imponente Iglesia de Palacio. Continuando nuestro recorrido, nos adentramos en las estrechas callejuelas que nos llevan hasta la pintoresca Iglesia de San Bartolomé, cuya arquitectura románica nos remonta a los orígenes medievales de la ciudad.
Iremos al inicio de la calle Portales donde se ubica en arco de San Bernabé durante la festividad de la ciudad. Descendiendo por esta emblemática vía peatonal, nos encontramos con uno de los tesoros arquitectónicos más emblemáticos de la ciudad: la Concatedral de Santa María de la Redonda. En su interior, además de admirar su imponente estructura gótica, podemos descubrir un tesoro oculto: un cuadro atribuido al mismísimo Miguel Ángel, que añade un toque de misterio y belleza al lugar.

Para un merecido descanso, la Plaza del Mercado y el Paseo del Espolón ofrecen espacios tranquilos donde disfrutar de la atmósfera animada de la ciudad entre rosaledas y fuentes ornamentales.
Para acabar el día te recomiendo que vuelvas a la calle Portales para recorrerla hasta arriba. Pasarás por la plaza de San Agustín, donde se ubica la antigua casa del Espartero, convertida hoy en el Museo de la Rioja. Al final de la calle encontrarás una chimenea, un último vestigio de la antigua tabacalera que se ubicaba ahí. Si te metes por ese callejón volverás al punto de inicio de la mañana donde también se ubica el parlamento de La Rioja.
Por último y para acabar el día de la mejor forma posible te recomiendo que vayas a cenar a la calle Laurel. Es una calle llena de bares donde cada bar se especializa en un tipo de pincho. Aquí te dejo mi lista de favoritos para que vayas a tiro hecho. Puedes ir a comer también si no tienes tiempo hasta la noche, pero te recomiendo que vayas pronto porque los fines de semana o festivos se suele llenar bastante.
